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No digo nada origignal si digo que este año 2020 está siendo especial. Pero más allá de las razones por todos y todas conocidas, el 2020 es un año especial para los y las socias de IZT, ya que se cumplen 15 de años del nacimiento de nuestra cooperativa. Cualquiera que haya construido una cooperativa de este tipo sabe cuánto hay que trabajar hasta que confirmas que el proyecto es viable.

El teletrabajo... Hasta hace poco veíamos el teletrabajo como una extravagancia que aparecía en algunas películas, era un tipo de trabajo muy "cool" que sólo conseguían unos pocos privilegiados en pijama y con zapatillas de casa, muy lejos de nuestra cotidianeidad.

Pero podríamos decir que es una actividad que ha entrado en muuchísimas casas tras meses de confinamiento y una previsión inestable para los próximos meses. Es mucho lo que hemos aprendido todos y todas en el uso de las herramientas tecnológicas, en tan corto espacio de tiempo.

En el anterior post hablamos sobre algunos sistemas de acceso remoto para teletrabajar. Esta vez, me ha tocado a mi explicar las posibilidades de gestionar y compartir documentos en la nube.

Al hablar de soluciones para gestionar documentos en la nube, a todos probablemente nos vienen a la cabeza dos: Google Drive y Dropbox. Seguramente para la mayoría de nosotros y nosotras el primer contacto que tuvimos con la nube fue con uno de estos dos. Con ellos aprendimos qué era la nube y qué posibilidades ofrecía. Tener acceso a documentos propios desde cualquier lugar nos abrió muchos caminos nuevos. Google Drive, además, al crear la aplicación Google Docs, ofreció la posibilidad de editar documentos online y esto elevó el concepto de nube a otro nivel. Hoy en día cualquier nube de documentos tiene que tener necesariamente la posibilidad de editar documentos online, una condición que Google estableció como criterio mínimo de aceptación. Posteriormente han venido otros, aportando integraciones o novedades y mejorando la experiencia del usuario: el binomio Sharepoint-Office 365, ownCloud, OneDrive.

Muchas veces nos habéis preguntado cuáles son los temas más importantes que debe tener en cuenta un Ayuntamiento en cuanto a las TIC. Es difícil dar una única y rápida respuesta a esta pregunta. Pero en este artículo trataré de resumir las principales claves.

Es evidente que es difícil y peligroso hablar de las TIC en un plano teórico, sin basarse en un caso concreto. Porque el tamaño del ayuntamiento, los recursos, la cultura digital, el estado de la infraestructura y un largo etcétera varían y mucho la manera de enfocar el tema.

Me parece un ejercicio muy sano que de vez en cuando pensáramos en qué pasaría si perdiéramos la información que guardamos en el servidor o en el ordenador. En las organizaciones se repite constantemente que la información es un activo fundamental, imprescindible. Y si se pierde, se puede poner en en peligro la propia supervivencia de la organización.

Hoy queremos traer un proyecto como ejemplo real de lo que supone la transformación digital. En el año 2020, en plena pandemia (exactamente justo antes de empezar, antes de que la plataforma de video-conferencias zoom saltara a la fama) desarrollamos la herramienta de investigación social Zoom (zoom.eus) para el Centro de Investigación Sociológica Aztiker. Hemos pedido a Asier Etxenike, de Aztiker, que nos cuente los pormenores de este proyecto y lo que han ganado en este proceso.